En mi cuerpo desolado, donde no existen ni parásitos, ni menos se depositan sentimientos.
Donde todo bien se aleja, donde el mal acecha.
Hoy vive mi mente, ahí se deposita mi alma, nuevamente vuelve la oscuridad, o tal vez es mi propia claridad.
Es la luz de los tormentos, es la paz dentro de la guerra. Es la paz, mi paz.
Otra vez vamos, voy. Me he puesto en camino. Locamente corro y susurro la gran llegada, pero el silencio aun es mayor.
La soledad aumenta y la esperanza se alejo.
Ah! Como puede ser posible.
TODO SE ARRUINO Y POR SU BIENESTAR
ESCAPÓ.
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